Eduardo Ibarra Aguirre
Forumenlinea
Otra vez el titular del Ejecutivo federal necesita,
como en los tiempos de la campaña presidencial, de los servicios
propagandísticos y desinformativos del duopolio de la televisión y el
oligopolio de la radio, con sus dignas excepciones, y específicamente del Grupo
Televisa, el mismo que hace unos cuantos meses sus socios y directivos
presumían que gracias a su enorme esfuerzo despacha en Los Pinos. El asunto lo
ventiló un columnista cercano al gobierno y su partido, quien comentó la
decisión de Enrique Peña de tomar paulatina distancia de la empresa que preside
Emilio Azcárraga III, gracias a los inolvidables apoyos de Ernesto Zedillo como
presidente de la república.
Y, en
efecto, empezó a operar el distanciamiento relativo entre Televisa y Peña
Nieto, pero la ingente necesidad presidencial de “¡Mover a México!”, sobre todo
con una reforma energética de gran calado (“revolucionaria”, jura Luis de la
Calle), vuelve a colocarlos en una estrecha alianza que dejará enormes
dividendos económicos y políticos a “La fábrica de sueños” y/o “Los
administradores de la ignorancia”, buenos resultados para que el gobierno pueda
remontar el dramático 16 y 18 por ciento (Parametría) de los ciudadanos que
apoyan una mayor apertura a la inversión extranjera y nacional en Petróleos
Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad, respectivamente.
Es cierto
que el tema se dirimirá con los votos de los diputados y senadores en una
proporción de dos tercios en cada cámara por tratarse de la reforma de dos
artículos constitucionales, pero aun allí no la tienen nada fácil los
promotores, y mucho menos en la plaza pública, donde los ciudadanos una y otra
vez refrendan en las encuestas el rechazo a un aperturismo mayor de las dos
paraestatales a las voraces trasnacionales petroleras y eléctricas.
En aquel ámbito,
se libra una intensa batalla donde el mexiquense de Atlacomulco ya anotó el
primer punto a su favor al obligar a Cuauhtémoc Cárdenas a reconocer:
“Ciertamente, la propuesta de reforma del artículo 27 constitucional que el
Ejecutivo ha remitido al Congreso, recupera el texto reformado de ese artículo
durante la administración de Cárdenas, con posterioridad a la expropiación, y
en eso se ha centrado el amplio despliegue de propaganda oficial para tratar de
hacer creer a la opinión pública que la propuesta corresponde a la ideología y
a las luchas que Lázaro Cárdenas libró en vida en favor de México y su pueblo”.
Por supuesto que a renglón seguido el defeño que nació en Los Pinos calificó
como “falaz y ofensiva la utilización que el gobierno está haciendo de la
figura de Lázaro Cárdenas para justificar e impulsar ante el pueblo de México
su antipatriótica y entreguista propuesta de reforma energética”.
Y lo que
falta por ver, sobre todo cuando las izquierdas y las llamadas fuerzas
patrióticas reaccionan con lentitud paquidérmica para dialogar entre sí y
diseñar una estrategia común frente al proyecto liberalizador del sector
energético. Este hecho será utilizado por los reformadores y los incapaces de
sumar fuerzas y esfuerzos pondrán también el grito en el cielo. Como si no
supieran que la confrontación es política y no entre hermanas de la caridad.
En tanto, el abogado y administrador de empresas
ratifica que su gobierno emprendió “importantes reformas para romper las
inercias, cambiar lo que no funciona y hacer valer el potencial de México”, que
busca “mayor desarrollo tanto colectivo como individual”. Anuncio y propósito
que compartió a los jugadores y directivos del club América, campeón del torneo
Clausura 2013, uno de los negocios más rentables de sus aliados de Grupo
Televisa.
Fuente original: www.forumenlinea.com
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